miércoles, 27 de agosto de 2008

alguien sobra

alguien sobra.
¿esa es la sensación, ese es el mensaje?
ya no puedo, por más que quiera
reconocer la historia compartida
los sueños de a dos, las sonrisas, los placeres de ayer.
hoy todo es amargura y desilusión
desencuentro, desidia, indiferencia
de aquellos colores intensos
apenas si quedan algunos matices
muy tenues
el tiempo se encargó de diluir todo
se encargó de llevarse todo
¿será el tiempo de las despedidas?
se acercan oscuros nubarrones
que presagian tormentas irreversibles
tal vez las cartas ya están echadas
sobre la mesa de los sentimientos
no hay tiempo ni lugar para el desconsuelo
solo para el llanto sin remedio
inevitables, se acercan oscuras y duras
las palabras que nunca debimos pronunciar
pero tan necesarias
para darle un golpe de gracia a la vida
a nuestra vida
lentamente y en algún momento
(quiero pensar eso, es mi consuelo último)
nuestros caminos comenzaron lentamente
a torcerse en sentidos opuestos
cada uno comenzó a seguir su propia estrella
miro a mi alrededor
y nada me conmueve
nada me es familiar
cada día me pesa como un siglo
ya no encuentro el descanso, la calma
veré pasar los segundos
y es como ver pequeños puñales
sepultando mi corazón
absorbiendo cada gota de vida
quitándole hasta la última gana de vivir
y de reír, de cantar, de llorar, de amar.
entonces no tendremos más de que hablar.

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