Seguir la línea discontínua
que va dibujando sueños
sobre este espacio.
No es mucho
pero es suficiente y difícil,
es necesario para mí
con eso basta.
Aquí estoy
buscando los contornos, las profundidades
de un sueño esquivo y escurridizo;
noche y día detrás suyo
siguiendo su sombra
tan sólo con un lápiz y algunas palabras.
Es un oficio duro
porque el alma está descubierta todo el tiempo
indefensa y vulnerable.
Lo peor es que nunca hay recompensas
(tal vez sea lo mejor)
entonces nunca sabemos
cuán solo estamos en realidad.
Pero aquí estoy
atento a mis voces secretas
las que saben dictarme
esto que estoy escribiendo
en este instante preciso.
Ellas no me han abandonado aún
cuando lo hagan
yo sabré que hacer.
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